jueves. 28.03.2024

En una extensa entrevista con New York Magazine, publicada a primeros de mes y firmada por Jonathan Chait, Barack Obama hace balance de sus ocho años como Presidente de los Estados Unidos, y evoca su primer fracaso internacional: la derrota de Chicago en la pugna por albergar los Juegos Olímpicos de 2016.

En las semanas previas a la elección de Río de Janeiro como sede, había hecho campaña a favor de Chicago entre los dirigentes mundiales. En Copenhague -la ciudad donde el COI adoptó la decisión, el 2 de octubre de 2009- siguió haciendo "lobby" unas horas, pero decidió no esperar a las votaciones y regresó a Washington. Quizás el precio de ese desplante fue a eliminación -a la primera y contra todo pronóstico- de la ciudad norteamericana, que tampoco contaba como favorita, sobre todo por la falta de apoyo popular. 

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(Foto: Casa Blanca)

Obama recibió la noticia en medio del Atlántico, a bordo del Air Force One. Las primeras reacciones oficiales fueron de decepción. David Axelrod, uno de los principales asesores del presidente, artífice del éxito de su campaña electoral, dijo: "Obviamente, el resultado ha sido decepcionante, queríamos que Chicago lo consiguiera, queríamos que Estados Unidos acogiera de nuevo los Juegos Olímpicos, pero no ha funcionado"

Obama empeñó su credibilidad y se implicó en la carrera olímpica como nunca lo había hecho un presidente norteamericano. Al referirse a la dura oposición durante su presidencia, menciona en la entrevista el varapalo de Copenhague y la reacción del Partido Republicano: 

"Probably the best signifier of that — and I remember this vividly — was when Chicago had the bid for the 2016 Olympics. A very effective committee had flown to Copenhagen to make their presentation, and Michelle had gone with them, and I got a call, I think before the thing had ended but on fairly short notice, that everybody thought that if I flew out there we had a good chance of getting it and it might be worth essentially just taking a one-day trip. So we fly out there. Subsequently, I think we’ve learned that IOC’s decisions are similar to FIFA’s decisions: a little bit cooked. We didn’t even make the first cut, despite the fact that, by all the objective metrics, the American bid was the best. On the flight back, we already know that we haven’t got it, and when I land it turns out that there was big cheering by Rush Limbaugh and various Republican factions that America had lost the Olympic bid. It was really strange, but at that point, Limbaugh had been much clearer about wanting to see me fail and had, I think, communicated that very clearly to his listeners."

Official portrait of President Barack Obama in the Oval Office, Dec. 6, 2012. (Official White House Photo by Pete Souza)This official White House photograph is being made available only for publication by news organizations and/or for personal use printing by the subject(s) of the photograph. The photograph may not be manipulated in any way and may not be used in commercial or political materials, advertisements, emails, products, promotions that in any way suggests approval or endorsement of the President, the First Family, or the White House.

(Foto: Casa Blanca/Pete Souza)

Obama recuerda que le llamaron con poco tiempo de antelación para sugerir que se uniese a la candidatura, en la que también estaba su esposa Michelle, porque con su presencia Chicago tendría más opciones. Es en ese momento cuando dice que aprendió entonces que "las decisiones del COI  son similares a las de la FIFA, un poco cocinadas (arregladas, amañadas)". Luego matiza que Chicago no logró ni siquiera pasar el primer corte, pese a que la candidatura -en su opinión- era la mejor. Por último, receurda el recibimiento que le brindaron sus rivales políticos y los medios de comunicación conservadores, y cita en concreto al locutor de radio y comentarista político conservador Rush Limbaugh y a facciones del Partido Republicano, que celebraban la derrota en la carrera olímpica como si se tratase de una victoria política para ellos. Esta alegría por verle fracasar le pareció extraña.

Tras la retirada de Roma, aumentan las posibilidades de Los Ángeles en la carrera para albergar los Juegos de 2024. Sus rivales son París y Budapest.

Obama: "Las decisiones del COI, como las de la FIFA, se amañan"