La ciclista, de 33 años, cayó de la bicicleta en el descenso de Vista Chinesa y quedó postrada sobre el bordillo del arcén. La bicicleta se perdió entre los árboles mientras un silencio sepulcral se apoderaba de las retransmisiones y de la organización. Las asistencias tardaron varios minutos en llegar, minutos que se hiceiron eternos para los millones de personas que seguíuan la prueba por televisión. Tan grave fue la caída, que su compañera Anna van der Breggen pensó que había muerto. Sin embargo, no se detuvo y siguió pedaleando hasta conquistar el oro.
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Aquel momento trágico solo puede revivirlo en video, porque su memoria no lo registró. “Recuerdo que llevaba una ventaja sobre mis rivales y pensé: No es necesario ir como loca cuesta abajo, entonces comenzó a llover un poco, así que realmente estaba siendo muy cuidadosa. Pero la curva me sorprendió y no la tomé adecuadamente. Lo siguiente que recuerdo es despertar en la cama de un hospital, y mi madre hablándome por teléfono”, ha dicho en una entrevista con la BBC.
Las tres vértebras rotas no estaban en un lugar peligroso y la conmoción cerebral no le dejó secuelas. “Estás acostumbrada a estrellarte al menos una o dos veces al año, forma parte del ciclismo”. Dos semanas después ya estaba de nuevo sobre la bicicleta. Un mes después ganaba la etapa prólogo del Tour de Bélgica, que terminó ganando unos días después. “Es una especie de milagro pero me lo esperaba”, reconoce.
(Foto: Perfil de Twitter de Annemiek van Vleute)
Ahora se prepara para el Mundial en Qatar, que se inició el domingo pasado. Competirá en la prueba de ruta del próximo sábado, con la idea de proclamarse campeona del mundo.
