viernes. 19.04.2024

El Comité Olímpico Internacional se rindió ante la pandemia del coronavirus y busca nuevas fechas, un dilema que espera resolver en el plazo de un mes, a finales de abril. Hoy admitió por fin que es probable que los Juegos Olímpicos no se celebren en Tokio del 24 de julio al 9 de agosto. Así lo acordó esta mañana el COI en una reunión telemática de urgencia de su Ejecutivo convocada desde Lausana (Suiza). Acorralado por la presión internacional de comités olímpicos nacionales y federaciones de peso como las estadounidenses de Atletismo y Natación que habían pedido el sábado un aplazamiento, abre una ventana para rebajar la tensión. Se corre el riesgo de que Tokio 2020 sean unos Juegos tristes, con la ausencia de muchos países potentes enredados en la epidemia. 

El COI se da un plazo de un mes para determinar por cuál escenario se decide. Mantenerlos el 24 de julio parece casi descartado. Tres son las posibilidades: retrasarlos al otoño, llevarlos a 2021 o a 2022. El Gobierno japonés también tendrá mucho que decir. Y hay que resolver barreras de seguros, instalaciones, coste de personal... Japón había invertido unos 35.000 millones de euros en la cita (sumando infraestructuras) y el presupuesto es organización es de unos 12.000. 

"La suspensión no está en la agenda", indicó el COI en su comunicado. "A la luz del empeoramiento de la situación a nivel mundial, la Ejecutiva ha dado hoy el primer paso en la planificación de los posibles escenarios", dice la nota.

"El COI, en cooperación con el Comité Organizador de Tokio 2020, las autoridades japonesas y el Gobierno Metropolitano de Tokio, iniciará conversaciones detalladas para completar su evaluación de la rápida evolución de la situación sanitaria mundial y sus repercusiones en los Juegos Olímpicos, incluida la hipótesis del aplazamiento", señalan desde Lausana.

"Una serie de sedes críticas necesarias para los Juegos ya no podrían estar disponibles. Las situación, con millones de noches de hotel ya reservadas, es extremadamente difícil de manejar, y el calendario deportivo internacional para al menos 33 deportes olímpicos tendría que adaptarse", advierte el COI. Hay instalaciones temporales que tenían fecha de caducidad y, sobre todo, los apartamentos para los 11.000 deportistas en la Villa deberían se entregados a sus nuevos propietarios antes de final de año. 

Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, pasó del "ni cancelar ni posponer Tokio está sobre la mesa" del pasado día 4 a admitir en una entrevista al New York Times que manejaban "diferentes escenarios". La llama olímpica que debía ofrecer "luz al final del túnel" del COVID-19, tal y como el alemán profetizó en la ceremonia de encendido de la antorcha, es débil.

La inmensa mayoría del deporte clama por no seguir con una cita que rompía con el 'fair play', con las necesarias condiciones de igualdad de oportunidades cuando la mitad de los deportistas del mundo permanecen recluidos en sus casas sin poder entrenarse y sólo hay un 57% de atletas clasificados mientras los preolímpicos están sin fecha.

Aplazadas las Olimpiadas de Tokio