Ver con el oro olímpico a Miguel Ángel López, Carolina Marín, Eva Calvo, Fátima Gálvez, Mireia Belmonte, Alberto Fernández, Mario Mola, Alejandro Valverde, Rafa Nadal, Támara Echegoyen y Berta Betanzos, etc., es mi mayor deseo.
Pero además, quiero compartir otros veinticinco deseos personales para estos Juegos:
1.- Que el equipo de Sergio Scariolo gane el oro en baloncesto, en una final contra Estados Unidos tan épica como las de Pekín y Londres. Los Juegos nos deben esa medalla.
2.- Que Carmen Martín pueda pisar el podio, con el de resto de "guerreras". Se lesionó de gravedad en la fase previa del torneo en Londres, y sufrió mucho, por no poder ayudar a sus compañeras. Se lo merece.
3.- Que las "mamás" Marina Alabau y Maialen Chourraut suban al podio en vela y piragüismo. Su esfuerzo para hacer compatible el deporte de élite con la dedicación a la maternidad merece premio.
4.- Presenciar momentos históricos, esos momentos que pasan a la pequeña gran historia del olimpismo, como el que protagonizó la maratoniana Gabriela Andersen en Los Ángeles'84 o el nadador Eric Moussambani en Sydney.
5.- Presenciar esos momentos de "perfección técnica" que nos ofrecen gimnastas como Simone Biles o nadadoras de sincro como Svetlana Romashina.
6.- Ver a Bruno Hortelano en la final de los 200 metros lisos, aunque sea en la calle 8. Me tiene impresionado.
7.- Que los "españoles" Ray Zapata, Ilas Fifa y Orlando Ortega hagan un gran papel. Somos un gran país, en el que todos sumamos.
8.- Que el equipo español de gimnasia rítmica suba al podio. Después de la más que irregular puntuación en Londres -que dio el bronce a Italia-, los Juegos también les deben una medalla. El "sueño de volar" contagia.
9.- Que Carolina Rodríguez entre en la final individual de rítmica, como colofón a una hermosa trayectoria de amor por la gimnasia.
10.- Ver a Jesús García Bragado entrando en meta. Da igual en qué posición. Su trayectoria es ejemplar. ¡Y con 46 años, tan bien llevados!
11.- Que no haya un ataque terrorista, ni pequeño, ni mediano, ni grande.
12.- Una buena actuación del Equipo de Refugiados, símbolo de la más que necesaria paz y unión de los pueblos.
13.- Que los atletas se olviden del Pokémon Go. ¡A entrenar, que ya tendréis tiempo!
14.- Enfoques periodísticos no sexistas en las disciplinas femeninas.
15.- Ver en el Centro Acuático a la nadadora libia Daniah Hagul, única representante de su país, que compite gracias a una iniciativa de micromecenazgo. Por ella, por la juventud libia, por tantos países arrasados. Que cada una de sus brazadas signifique un pequeño cambio en la sociedad tan conservadora en que vive.
16.- Que la alarma sobre el zika se quede en nada, y que haga pensar a los deportistas que renunciaron a Rio en su gran error. Unos Juegos Olímpicos son una experiencia única, hasta para el más profesional de los deportistas profesionales.
17.- Que Usain Bolt bata el récord de los 100 metros. Difícil, pero no imposible. Y que yo lo vea en el estadio, como le vi en Londres.
18.- Que el dopaje no tenga protagonismo en estos Juegos, tras el escandalazo de Rusia. Aunque me temo que no será así, ya han empezado a salir casos. Y que el periodismo de investigación tan en auge siga destapando la "otra cara" del olimpismo.
19.- Que algún deportista español -que no cuente en los pronósticos internacionales- dé la sorpresa y se cuele en el podio de su especialidad. Me encanta ver a los periodistas extranjeros rehaciendo crónicas y preguntándose: ¿Cómo es posible?
20.- Que el rugby 7 sea la sensación de los Juegos. I love rugby.
21.- Que la atleta sudafricana Caster Semenya tenga el reconocimiento que merece, y si puede batir el récord de Jarmila Kratochvílová, mejor.
22.- Que, una vez acabados los Juegos Olímpicos, los medios presten atención a los Juegos Paralímpicos.
23.- Que las instalaciones deportivas sean aprovechables para el uso de los cariocas, y que el legado de los Juegos logre la transformación de Rio. Aún más difícil que el récord del jamaicano.
24.- La regeneración del movimiento olímpico. Un urgente cambio de era que simboliza, de alguna manera, el final de la trayectoria olímpica de Michael Phelps y Usain Bolt.
25.- Volver a emocionarme y que me salten las lágrimas, como el día en que Joel González conquistó el oro, al ver la bandera española en lo más alto, y escuchar el himno nacional.