viernes. 29.03.2024

Juan Belmonte apenas tenía tiempo para pensar en otra cosa que no fuera en el arte de la tauromaquia. El "Pasmo de Triana" fue un mito del toreo español. Su inteligencia y extraordinaria personalidad le permitieron relacionarse con lo mejor de la cultura y de la alta sociedad españolas. La biografía Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus hazañas, escrita por Manuel Chaves Nogales y publicada por entregas en la revista Estampa en 1935, resumía una trayectoria como matador de toros que acabaría solo un año después. 

Al maestro le inspiraba todo lo que rezumara arte, y arte encontró también en el fútbol, deporte al que llegó gracias a su hermano Manuel, como declaraba en una entrevista publicada en 1928 en Estampa, y firmada por Juan de Gredos:

ASISTO

BELMONTE

En esa entrevista, Belmonte decía:

"No me pidas detalles de cualquier jugada: Que si fould; que si comer;  que si estaba en ofside. ¡Eh! Voy a los campos de juego porque me distraigo y se toma el sol; no porque tenga interés en que gane o pierda determinado Club. Sin embargo, el momento de más emoción, para mi gusto, es aquel en que se lanzan sobre el portero a rematar un centro, y se encarniza la pelea, entre unos y otros, hasta que el pelotón muere en la red, o sale despejado a medio campo.

Una estirada clásica de Zamora, o Eizaguirre, también me agrada, por el prodigioso estilismo estético que componen en el salto, cuando acuden al encuentro del balón, en una trayectoria ingrávida digna de los mármoles.

El fútbol es un deporte de moda, y deduzco que el arraigo que ha adquirido en Andalucía se deba al temperamento de mis paisanos, predispuestos siempre a todo lo que sea lucha de partidismos, y que se emocionan jaleando a sus ídolos, ya calcen botas de fútbol o vistan refulgencias áureas.

A mi juicio, la gente que se entusiasma con los partidos de fútbol es la misma que, más tarde, se refugia en los graderíos de los cosos taurinos, para aplaudimos o rechazamos. Además, habiendo público para los dos espectáculos, pueden muy bien subsistir sin ayudarse mutuamente."

 

¿BETIS O SEVILLA?

Podría parecer que Belmonte era sevillista, a tenor de este recorte de época, en el que aparece junto a su hermano:

hnos-belmonte_1922

Lo cierto es que, sabedor de la trascendencia de la popularidad y de las consecuencias que, ya en aquella época, tenía decantarse por un equipo u otro de la capital hispalense, se declaraba seguidor de ambos. Creó en su finca de Utrera un equipo al que bautizó con el nombre de su finca: Capitana FC. Le gustaba jugar de delantero centro. Dicen que era muy individualista con la pelota en los pies...

Lo que se sabe, seguro, es que su jugador favorito era Juan Antonio Armet 'Kinké', futbolista catalán que había militado en el Español antes de llegar a la capital hispalense. Fue considerado como el inventor de la escuela sevillana, un mago de la pelota, un virtuoso del balón, y Belmonte dijo de él:

"Tiene una ciencia, un dominio... Yo, de jugador, le hubiera imitado, escogiéndole como tipo ideal del futbolista (...) No soy partidario del valor ciego en el fútbol ni en cualquier otro deporte. La ciencia, el dominio, la jugada limpia y justa en el arte, son las condiciones que yo más aprecio. El valor, solo el valor, es bien poca cosa para sobresalir y dominar en cualquier empeño"

 

BELMONTE Y EL "TENNIS"

belmonte

Al maestro también le apasionaba el tenis. En ese mismo reportaje de Estampa demostraba su estilo con la raqueta y señalaba:

"He practicado deportes en los momentos libres que me deja mi profesión y nunca me encontré mejor de forma, como cuando maté... el tiempo en los courts, de tennis. Prefiero este ejercicio porque es un juego suave, rápido, con el que obtengo agilidad, precisión, vista; casi lo mismo que se necesita para los toros."

 

Fuente: Elaboración propia con información complementaria de Voladizo Gol Sur. 

La afición al fútbol de Juan Belmonte, mito de la tauromaquia