viernes. 19.04.2024

Las piscinas domésticas -construidas o hinchables- y las de veraneo -urbanizaciones, hoteles- son lugares de esparcimiento y bienestar que en una décima de segundo pueden convertirse en lugares peligrosos. Hay accidentes incluso las piscinas públicas, abiertas al público o con actividades regladas, en las que hay socorristas o monitores que velan por nuestra seguridad y la de nuestros hijos. Con frecuencia los medios de comunicación informan de accidentes en los que se ven involucrados niños. El más reciente, el ahogamiento de una niña de cuatro años en una piscina municipal de Ripoll.  

Para disfrutar este verano de las piscinas, he aquí siete recomendaciones, SIETE COMPORTAMIENTOS A EVITAR:

1.- DELEGAR LA RESPONSABILIDAD  de vigilar a un bebé o un niño pequeño en su hermano, primo o amigo de más edad. Es muy frecuente, y por poco recomendable.

2.- PERMITIR QUE SE BAÑEN SOLOS. No los pierdas de vista en ningún momento. No te distraigas con el móvil o con el periódico. Nunca bajes la guardia, aunque el niño sepa nadar. Las tragedias sobrevienen en décimas de segundo.

3.- DEJAR LOS JUGUETES en la piscina cuando los niños salen. Cuidado, porque a veces intentan recuperarlos cuando no están bajo la supervisión de un adulto.

4 - DEJAR que los niños se bañen SIN FLOTADOR O MANGUITOS. Por mucho que queramos acostumbrarlos al agua y que aprendan a mantenerse en un medio líquido, muy distinto al habitual, es obligatorio ponerlos. 

5.- FIARSE DE LOS INFLABLES: Flotadores, salvavidas, barcas... Proporcionan una falsa sensación de seguridad y no son eficaces para proteger a un niño del ahogamiento. 

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6.- DEJAR AGUA en las piscinas inflables cuando dejas de utilizarlas. Hay que vaciarlas completamente y retirar las las escalerillas de acceso.

7.- FIARSE DEL CUIDADOR o canguro. Tenemos que asegurarnos bien de que conoce todas las normas relacionadas con el uso de una piscina y los protocolos a seguir en caso de incidente.

Si tienes piscina en el jardín, no dejes de instalar en el perímetro una valla de seguridad de 1,2 metros de altura -como mínimo- así como una puerta de cierre automático cuya cerradura no esté al alcance de tus hijos. 

No permitas que jueguen en los bordillos o que se acerquen a los puntos de drenaje.

Los padres debemos tomar medidas de precaución básicas para evitar males mayores. Está en juego la seguridad de nuestros hijos.

Siete cosas que NO hay que hacer cuando los niños están en una piscina